Tarta de cumpleaños

Para  el cumpleaños de mi hijo preparé esta deliciosa tarta, cierto lo que oís, deliciosa y  sonará a que no tengo abuela (que por otra parte es cierto) pero es verdad, estaba riquísima.

Os explico el procedimiento: rebuscar, rebuscar y rebuscar por todos los blogs que está a nuestra disposición en la red y juntando una cosita de aquí y otra de allá, voilà, una rica tarta.

El bizcocho es la receta base de  Reme para tarta. Os pongo la recetuca:

Ingredientes:

huevos: 4

azúcar: 100 gr.

harina: 80 gr

cacao: 20 gr

una pizca de sal

El proceso es muy sencillo: batir los huevos hasta que espumen y hayan doblado el tamaño, añadir el azúcar y seguir batiendo. Por último, incorporar con una espátula y con cuidado la harina y el cacao tamizado.

Precalentar el horno a 180 ºC, enmantecar el molde y verter la mezcla, llevar al horno  durante unos 30 o 35 minutos, dependiendo del horno.

Este bizcocho lo quería tener preparado con antelación, así que, en cuanto enfrió lo envolví bien y al congelador. Salió la víspera de la celebración para pasar al tuneado.

Abrir al medio y en el mismo molde en que lo llevamos al horno colocamos la base, empapar con el almíbar que más nos guste y ahora viene la parte del relleno.

Hace poquito, una compañera me comentó que su hermana estaba comenzado a publicar su propio blog y, hete aquí,  mira por donde, que encontré una tarta vistosa, golosona y que decía pruébame...

Os dejo el enlace del blog de  Cocinado hacia los picos, de ahí saqué el relleno, ya veréis, es muy simple: queso mascarpone y dulce de leche.

Laura en su receta, comenta que es cuestión de ir probando y así hice, para el relleno utilicé 2 tarrinas de queso y la mitad del bote de dulce de leche, batir bien. Queda una crema rica, con una consistencia que aumenta al enfriar. De la cantidad resultante de crema, puse algo más de la mitad encima de la base de bizcocho ya empapada, repartí bien y coloqué la segunda parte del bizcocho, emborraché, tapé con film transparente el molde y se fue a la nevera a pasar la noche. A la parte que quedó de relleno le añadí el resto del bote de dulce de leche, bueno, aquí no pude dejar de rechupetear los resto del recipiente... ¡qué bueno señor! Esta parte tiene menos consitencia pero, gana en sabor.

El día de la celebración, saqué por la mañana la tarta, quité el molde, lo puse en la bandeja correspondiente y la embadurné con la crema que quedaba.

¿Resultado? Probad y me contáis, es un relleno rápido y muy rico. A nosotros nos gustó mucho, el homenajeado repitió, así que, callao está dicho.