Me animan a publicar ...

¡Y por fin llegó!

    Además de una becaria sueca, en el trabajo tenemos la gran suerte de contar con un auténtico "berciano" y que además, presume de serlo. (En realidad tenemos dos, pero la otra auténtica "berciana" está especializada en pulpo, que todo llegará)
   Y procediendo de esa fantástica comarca, qué mejor que preparar la ya famosa BOTILLADA.
   Para esta celebración, participamos todos (los que queremos) en la medida de nuestro tiempo y nuestra disposición y además de lo que nos permita nuestro estómago.
   Quiero mostraros imágenes de lo que conlleva este evento. Lo primero de todo es tener contacto con una buena fábrica de productos bercianos, que nos los remiten por mensajería cuando así se lo requerimos.

   Recibido el botillo que llega así:



   El "experto" dice que los botillos  hay que embucharlos para evitar que rompan al cocer, así que, de este modo se hace y con ese aspecto pasan a la supercazuela.

   
Ya están cociendo y ya van soltando la "grasilla" característica. Se aprecia la compañia de otro embutido llamado "androlla".


La "grasilla" se va quitando con mucha paciencia.


    Llegado este paso, una advertencia fruto de la experiencia (ajena, que hay que decirlo todo): NO SE MOJA PAN EN LA GRASA.

   Pero... ¿a qué tiene un color precioso?


 Trascurrido el tiempo de cocción, se procede a sacar cada pieza y dejarla en otra cazuela.




Aquí aparecen los alimentos de dieta: unos buenos repollos. 



   Se ponen a cocer en el caldo que nos dejaron los botillos y las androllas, acompañados de patatas.



   En esta imagen se aprecian mejor los "acompañantes" vegetales cociendo.


    Y ya llegaron todos los compis, la mesa dispuesta y empezamos a preparar bandejas. 

   Esta que veis, está preparada para cuatro comensales.


   Y no nos podemos olvidar del postre estrella que nunca falta en este evento: Tiramisú. En esta ocasión, utilizó para su elaboración y en sustitución de los bizcochos de soletilla, unos buenos sobaos de la tierra.


 Y aquí mi aportación, que no estaba prevista, pero apareció el "hermano repostero" con 24 yemas, por si en el "convento" las aprovechábamos para algún dulce.
    Tenía ganas de prepar tocino de cielo hacía ya mucho tiempo, qué mejor ocasión para no tener cargo de conciencia de qué hago con tanta clara que me sobra ahora.



Y aquí el conjunto dulce, goloso ... a prueba del mejor colesterol.


   Para rematar la faena, la también clásica "queimada". Esta vez sin conxuro debido a las ausencias.


Y colorín colorete ... por la chimenea ... sale un cohete.

4 comentarios:

  1. què rico, ese caldito tambièn me llama debe quedar una delicia con todos los sabores, es un plato muy completo! un besote

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  2. Qué delicia, desde el botillo a los postres.
    Un besito

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  3. ¡Hola chicas! ¡qué bien que habéis venido por aquí!
    La botillada junto con el tiramisú y la queimada, se han convertido ya en mi trabajo en un referente de comida de convivencia ... y ciertamente, lo disfrutamos todos. Está todo buenísimo, pero, hay que evitar comer más, por lo menos hasta el día siguiente.
    Un saludo para Topino, otro para María y otro para Trini, gracias por vuestro comentario y por acercarlos a "la mi cocinuca".
    Un saludo desde Cantabria.

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Sé bienvenid@: pienso que un blog tiene que servir para intercambiar información, así que, aquí encontrará recetucas de much@s cocinillas y alguna aportación mía... todo lo que me cuentes y que me sirva para mejorar o para probar nuevas delicias es bien recibido.
P.D. Agradezco profundamente los premios y menciones, aunque no participe de ellos.
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